The good, the bad and the queen.

Después de una primera escucha del disco The good, the bad and the queen (en adelante The good, the bad and the queen), obviamente, no puedo hacer una valoración completa. Tan sólo decir que lo mejor es el bajo y la batería (The clash y Africa 70, qué raro), que la voz de Damon Albarn sigue sin gustarme, que me esperaba algo más de la producción de Danger Mouse (algo con más groove, que se te metiese más en el cuerpo, no sé) y que el ritmo afrobeat (tu-tu-pa tu-tu-pa tu-tu-tu-pa tu-pa, aunque también podría haber sido tu-tu-pa-pa tu-tu-tu-tu-tu-pa tu-pa) sólo aparece en la última y homónima canción, creo.

Eso sí, ya hay merchandising para parar un carro, páginas oficiales y myspaces curradísimas. Y eso que sólo eran unos amigos que se juntaron para grabar un disco, pero vamos, nada serio, ¿eh? Claro que vaya cinco amiguitos, parecen el quinteto de los Celtics de los sesenta:

- Damon Albarn.
- Paul Simonon.
- Simon Tong.
- Tony Allen.
- Danger Mouse.

No obstante, no todo está perdido. Al fin y al cabo, si se juntan semejantes cracks, algo bueno tiene que salir, ¿no? Cuando haya digerido el disco en condiciones actualizaré esta misma entrada.

Reseñas en Muzikalia y Pitchfork.