viernes, 11 de septiembre de 2009

Los jóvenes de la sociedad actual

Desde hace unos días, nos están explicando en televisión ciertos personajes reconocidos (o no) lo que han supuesto los altercados sucedidos (en Pozuelo) recientemente entre jóvenes españoles y la policía –como fenómenos antropológicos, en los anodinos programas televisivos de debate.
Y finalmente me he decidido a plantear la cuestión de forma más o menos ordenada para intentar comprender, no sólo dichos sucesos, sino también la evolución social, fundamentalmente entre los jóvenes. Por supuesto, no lo mantengo como algo definitivo (pues podría tener valor 0) ni siquiera para mí mismo: que más bien es una reflexión acerca de lo que se puede interpretar, y una forma de pasar la tarde.
La exposición no es buena, a modo de premisas silogísticas, sin un desarrollo como me habría gustado, pero no es un tema del que esté interesado tanto como para dedicarle demasiado tiempo.

Lo primero es decir que la interpretación parte de la idea de que lo sucedido no es un caso aislado, sino una representación de lo que ya hierve entre todos o la gran mayoría de los jóvenes españoles.

Análisis:

-La primera clave que hay que tener en cuenta es la competitividad como modelo que abarca toda nuestra realidad social, cultural y política, donde la economía es el máximo exponente de ello y que encierra los aspectos anteriores.

-Desde el pasado (remoto y reciente) ha habido grupos marginales y gran desigualdad entre las clases sociales en el país.

-Esos grupos marginales, en los orígenes de la democracia y la abertura al capitalismo han sufrido las consecuencias negativas que toda sociedad con un modelo económico capitalista lleva consigo. (No juzgo el modelo, es una visión neutral. Y creo que son evidentes tales consecuencias, pues un sistema económico sin periferia social y económica –es decir: inadaptados en función de la economía y por tanto, necesariamente una inadaptación social: es perfectamente necesario. Cada cual que juzgue este sistema capitalista, pero de cierto es, como algo objetivo, que su base es la de la desigualdad económica, pues para que funcione tiene que haber alguien que tenga medios de producción, ofertándolos, y sobre todo, quien los demande para poder adquirirlos con posterioridad. En este proceso hay exclusiones necesarias: los grupos marginales; o inclusiones también necesarias de parte de esos grupos marginales. También es cierto, por salvar un poco lo que pudiera parecer una crítica, que la posmodernidad y el neoliberalismo tratan de reducir el margen de la periferia. Pero luego ha llegado esta crisis... Sospechoso cuanto menos)

-Las consecuencias negativas implican una aceptación de la situación cuando esta se ha convertido en un pozo sin fondo, en unas arenas movedizas. El concepto de endoculturación, el cual explica la continuidad de la cultura entre padres e hijos, no puede en cambio explicar la evolución de la misma, que es lo que tenemos entre manos. Hago referencia a esto porque el antropólogo norteamericano Marvin Harris, expone que no toda pauta replicada (repetida de padres a hijos) es el resultado de la programación de una generación por parte de otra. El fenómeno de la pobreza, por ejemplo, exige que muchos pobres sigan las pautas de sus padres, no porque los progenitores deseen que sigan esas pautas, sino porque se enfrentan a los mismos condicionamientos políticos y económicos.

-La aceptación de la situación, frente a un mundo paralelo con unos determinados usos sociales y otra determinada moral, lleva consigo la creación de una moral propia que se contrapone, no radicalmente a la manera de una transvaloración de los valores (Nietzsche), pues están sujetos al mismo nivel estructural de los fundamentos de la cultura y a cierta miseria (al menos comparativa) y a un sentirse híbridos: sino fenoménicamente a la moral imperante. Esto es: una moral de resentimiento frente a la dominante (o de mayor resentimiento como Nietzsche diría puesto que ya considera a esa moral imperante una moral de resentimiento. Pero eso es ya otro tema. Sólo quería resaltarlo para que no haya confusión. Es decir, no me remito al sentido nietzscheano)

-Esta moral de resentimiento vinculada al modelo de competitividad, una vez que impregna toda su forma de vida: rompe con toda compasión (compasión en el buen sentido) y la proliferación de la violencia como respuesta.

-Esta violencia se convierte en la base de la forma de vida como una selección social.

-Por otro lado, la evolución de la democracia y el neoliberalismo tiene su auge en la década de los noventa, lo cual significa que por esa función reductora de distancias entre el epicentro (el cual no sería las grandes élites, que estarían fuera del sistema, controlándolo) entre el epicentro y la periferia, haya una homogeneización de la sociedad.

-Esta homogeneización social supone una acogida de los grupos marginales encargándose de ello el sector público principalmente, en esa época de prosperidad. Y hay entonces una interacción entre toda la masa (de ovejitas) de la población.

-Por esa interacción se produce el intercambio de valores. Y nuevamente la selección social, que entre los jóvenes es más importante por su impresionabilidad, hace su trabajo: y se impone entonces esa moral individualizadora que da valor al sujeto en tanto este se sobrepone a los demás como fuerza social. Ya desde muchas décadas atrás, la moda (en todos sus aspectos) suponía, más que una unificación, como habitualmente se cree, una individualización en un mundo en el que se había perdido toda referencia anterior. Eso son los comienzos del siglo XX: una crisis humana en todos los estratos o niveles de la cultura, pese a los grandes avances técnicos y científicos. Pero esa crisis es otro tema. Solamente hacer notar que su influencia llega hasta el atardecer del siglo, de alguna manera u otra)

-Esa moral de la individualización como forma de quehacer social (como más aptos) unida a la competitividad (que impera al menos en todo el siglo XX por influjo del neoliberalismo) comienza a establecerse de forma permanente y cuyo vehículo es la violencia, no sólo entendida como acto físico o psicológico, sino como forma de aptitud, de enfrentarse a una realidad en la cual por una parte es competencia y tienes que adaptarte y por otra es negación de ese comportamiento que precisamente conforma como ya se ha dicho su subjetividad circunscrita a su cotidianidad.

-Por esa aptitud violenta que supone una afirmación y una negación surge la segunda clave importante para entender la actualidad: la esquizofrenia emocional (forma exagerada de llamarlo para denotar que se trata de una lucha interna)

-Esta esquizofrenia emocional implica la pérdida de un centro de acción del sujeto, creando un vacío generacional. dentro de uno mismo, pero siendo un sentimiento colectivo.

-Ese vacío generacional, que es vacío interno, lo cual implica un vacío intelectual y sentimental: requiere por parte del sujeto poblarlo de emociones, las cuales nunca llenan, porque no hay un centro que las retenga: es una búsqueda constante de emociones. Es cierto también que de otro modo hay un centro egótico que cada vez se incrementa más. Pero es de valor limitado y frágil, que sólo se identifica con unas descripciones, como un nombre, una condición social, etc. y con unas acciones de carácter emocionales en su fondo, con un entramado muy complejo de actividad humana que conforma eso que llamamos personalidad. Pero ciertamente, se repite, es de valor limitado y frágil.

-Si unimos a ese deseo insaciable la competitividad, la individualización y la aptitud violenta: nos encontramos ante una afirmación de su ser en el mundo como lo entienden los jóvenes de los que se está hablando.

-Pero, ¿qué es lo que posibilita que tal voluntad colectiva se haya convertido en generacional y, más importante, haya amplificado su fuerza tanto como para creer esos jóvenes que son una entidad diferente de cuantas han experimentado en su entorno: que son su identidad es propia? Sin dudar ha sido promovida de alguna manera como forma significativa de afirmación: esa voluntad colectiva, que se encontraba ya en sus ámbitos sociales como generacional (debido a todo lo explicado anteriormente acerca de la moral y la homogeneización.

-Y toda esa difusión se ha llevado a cabo en primer lugar por la necesidad capitalista de abertura a todos los rincones de las sociedades, y en segundo lugar y subordinado a ello, por los mass media, especialmente por la televisión, que su estructura básica es meramente una forma de capitalismo. Además, hay que tener muy en cuenta que en esta sociedad morbosa las ideas tienen la mecha muy corta, y rápidamente se extienden. Y por esa pérdida del centro de acción y por la conciencia adquirida: resulta muy fácil pensar que los jóvenes acepten una idea o actividad, sobre todo si es conjunta, que para el resto de la sociedad es una locura. Nuestro amigo K hablaba en un post que no era tan difícil dejarse llevar por una situación, por ejemplo en el trabajo, y acabar teniendo una moral muy distraída. Yo, que acepto tal análisis, considero que está íntimamente ligado a esos malos actos de los jóvenes: si los vieran con los ojos de una señora mayor, por ejemplo, no los harían ni en broma.

-De la difusión se ha hecho referencia a sus causas de manera breve. Pero en cuanto a la amplificación de la fuerza que ha adquirido esa voluntad colectiva es evidente que requiere de otro sustrato, del que la difusión va a hacer su idea principal como exaltación de la conciencia de los jóvenes en los medios comunicativos que estos tienen a su alcance.
Y ese sustrato yo considero que es lo que los antropólogos han denominado abismo generacional, que es la tercera clave fundamental. Margaret Mead explica que en el pasado siempre había ancianos que sabían más que cualquier niño en razón de su experiencia. Pero actualmente los padres ya no son guías, es más –asevera Mead– ya no hay guías. No hay ancianos que sepan más sobre este mundo actual que lo que saben las personas criadas en los últimos veinte años sobre el mundo en el que nacieron. (1970:77-78)
Lo que dicho de otra manera sería: tú no sabes más que yo sobre este campo de batalla; tu forma de vida no es mejor que la mía, ni tus ideas ni convicciones ni tus usos ni tu moral.
En la misma línea se considera al concepto de endoculturación como el que explica (dicho brevemente) que una cultura se transmita de padres a hijos, es decir, la continuidad de la misma. Pero, como se dijo al principio, tiene limitaciones porque no puede explicar la evolución de la cultura, pues la replicación de las pautas nunca es completa de una generación a otra, y continuamente se añaden nuevas.
En el caso del abismo generacional no se puede explicar tal, por la endoculturación. Y es así que el problema que llevamos entre manos resulta ser muy específico e inaudito.

-Finalmente decir que a todo esto se le añade todo el influjo social preexistente antes de a lo que hago referencia; así también como las personalidades concretas de los adultos que pueden observar como sus padres, sus profesores, los políticos, etc.; y diversos medios como internet de difusión propia. Todo esto influye de forma inconsciente y es muy importante para entender esa evolución. Pero sin embargo yo no lo he tratado porque quería ceñirme exclusivamente a lo que yo he creído que eran los principios elementales. Tampoco he mencionado el alcohol, las drogas, los tipos de cánones o las tribus urbanas por la misma razón. Es perfectamente visible dónde, en cuáles de las premisas anteriores estarían incluidas cada uno de esos fenómenos accesorios, que por así considerarlos: no los he incluido.

3 comentarios:

Miguel dijo...

No he entendido absolutamente nada de lo que has escrito, pero creo que tiene que ver con lo acaecido en Pozuelo el fin de semana pasado.

La violencia como diversión, por estúpida que parezca, es algo que existe, en todo tipo de culturas y sociedades, desde los orígenes del ser humano. Qué coño, la mayoría de los primates tiene comportamientos similares.

Sonreíd.

García dijo...

Pues fíjate qué fácil!!! Y yo sin darme cuenta!! Ya has resuelto tú el problema: es un comportamiento natural que proviene de que somos monos. Lo raro es que a la gente no se le ocurra subise a los árboles, aunque sí divertirse con la violencia. Muy bien. Tres páginas 'ilegibles' (yo lo llamaría de otra forma, transladando el problema a los agentes externos)y yo sin haberme dado cuenta de que en realidad se podría resumir en unas líneas y a un principio exclusivo. De todo se aprende, EA!!! Ya lo creo.

Miguel dijo...

Tú haces el análisis, yo la síntesis. ¡Esto es trabajar en equipo, sí señor!